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Mostrando entradas de septiembre, 2013

El segundo pedazo de la ofensa.

La O fensa (2º parte) Claro! No me refiero a los nuevos relojes de circuitos impresos, me refiero al viejo sistema de la relojería mecánica. A esos relojes que solo constaban de   engranajes, coronas más grandes   y más pequeñas, o sea una precisión artesanal. Si ya se después llegaron los japoneses y todo lo transformaron. Porque creo que uno en esto debe ser medio artesano, no es cuestión de hacer las cosas a la que te criaste. Como dije antes, soy un tipo meticuloso.    Yo se que me critican por ser muy conversador, muy florido en el hablar. Dicen que le doy vueltas a las cosas y que cuando parece que estoy por terminar de hablar arranco de nuevo y a veces para   otro lado.   Me decía doña Lucía la de la librería que lo mejor es hablar lo justo. De forma telegráfica, lacónica.   Como en Esparta, economizar palabras, como si el lenguaje fuera finito. Como si la vida del hombre alcanzara para utilizar o para oír todas las combinaciones posibles de palabras. Es como diría mi tío

Sonetos de Juan Manuel Alfaro.

Deseo compartir con ustedes  dos Sonetos de Juan Manuel Alfaro  de su libro Sonetos publicado por Editorial Comarca  Paraná 2007 en coautoría  con Julio Federik.   Sauce      (Dedicado a Carlos Alberto Alvarez) El Sauce, en  su constancia evanescente, más que un árbol parece aire cayendo, y al descubrir que el río se va yendo se deja estar en él, intimo afluente. Dicha de ser la orilla y la corriente y en reflejo cautivo estar fluyendo. Saber envejecer reverdeciendo: en tronco añoso, rama adolescente. Sombra fluvial, oleaje en la ribera y brisa vegetal vuelta madera que en el quieto arenal mece  su proa y en secreto se va al irse el día; pero sentir que es sauce todavía la soledad le amarra una canoa.  El último  Hoy que me veo a pie y sin golondrinas, pienso en aquel potrillo que trotaba con ángel en el lomo y ensayaba su primer vuelo en ala cristalina; Pienso en el picaflor que a la glicina el corazón azul le cortejaba, y el oro fugaz que se volaba

Fragmento para ustedes

La Ofensa (1º Parte) Jesús María Arana, si así se llama, no se bien a que se debe, si es porque el padre es muy creyente   o porque la madre es una yegua redomona.   Ese es su nombre, la verdad, un nombre de mierda. Porque un tipo puede ser, como este, una porquería pero al menos tener un nombre respetable. ¡Que se yo! Carlos María de Alvear, por ejemplo, un gran nombre. ¡Cómo no le van a poner ese nombre a las avenidas, a las escuelas o las plazas! No, en serio, ese es un nombre de la puta madre, más allá de si el tipo es bueno o malo. ¡Y claro! No   es lo mismo llamarse   Juan Gonzalez, que Carlos María de Alvear ¡No nada que ver! En fin, este Jesús… pero mirá que tenés que ser para ponerle Jesús a tu hijo, habiendo tantos nombres, elegir ese, Jesús. Ni que pensaras que tu hijo será un santito toda la vida ¡una especie de monjita! Jesús, no se a quien se le ocurre ponerle ese nombre a un hijo. Como dije habrá sido, capaz no se, que el tipo era muy creyente y pensó que era pa

Despenalización del consumo de drogas ilegales

Por que te quiero te a porro eo En Estados Unidos, existe una corriente  que busca el objetivo de despenalizar el consumo de sustancias adictivas, comenzando por la marihuana. A la que se  la denomina Cannabis para no tener los efectos negativos que ese nombre conlleva. Se la buscará  despegar de las connotaciones marginales, como la cultura raftafari, la marginalidad etc.  La marihuana aparentemente es solo el primer caso y el objetivo serían todas las sustancias adictivas, desde la cocaína, los opiaceos, las de sintesis y la mismisima heroína.  ¿Y esto por qué?  Opción  a) Una  epidemia de progresismo que afecta la sociedad estado unidense. b) Humanismo comprendiendo que las conductas adictivas son patologías que como tales no deben penalizarse  c) Intenciones de emular a los países nórdicos ...  No, nada de eso.  Es por otra razón...una digamos más  contundente.  Por dinero. ¿Cómo? Si leyó bien dinero contante y sonante. En Wall Street se dieron cuenta que la producción y comer

A 35 años de la muerte de Juan L. Ortiz

Como una especie de homenaje minúsculo a este gran poeta entrerriano y argentino.  Transcribo un fragmento de "Deja  las letras" del Angel  Inclinado (1937). ¡Qué lo disfruten ! Y si nos corriéramos hasta el arroyito del otro lado de la loma? Allí, lo veo, las redes hondas sin bautizo con su penumbra colgada y su casi vía láctea de jazmines sobre una huida de vidrios, poco menos que nocturna, con las navecillas de cita. .. Y los laberintos de los taludes, aún con su sin fin de pequeñísimas miradas en los iris más inéditos, dando no sé qué números de no sé qué otra noche o qué mareo de gemas entre unos miedos de crepúsculo... Mas no oyes al silencio, ahora, mi amigo? Qué ave de diamante, di, sobre la línea del sueño, se deshace dulcemente? O qué llamado para el sacrificio, di de campanillas de humo? Oh, todo dorado de misivas sobre las alas del azar es el mismo amor que no teme perderse como la propia gracia ya, libre, sobre su propio cielo de corolas... Y no oyes en est