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Mostrando entradas de abril, 2018

El Individualismo exacerbado II

Por las noches, luego de cenar, cuando no decido leer o escribir (lo más habitual en mí, que pertenezco a una generación anterior a la que hoy mayoritariamente ocupa espacios de poder) miro televisión o escucho radio, algún programa periodístico que me permita tener alguna noción de lo que se habla en el país o el mundo. En fin, lo que hace una persona cualquiera al fin de su jornada laboral. Escuché economistas que predican despidos masivos de empleados públicos, uno calvo que es profesor universitario, habla de 1.200.000 despidos en el estado ( si no me falla la cuenta siendo la familia tipo de 4 individuos sería como agregar de golpe 4.800.000 pobres , una cifra de más o menos el 10% o el 12% de la población total, no de la economicamente activa obviamente) otro que usa peluquin directamente habla de abolir la salud, la educación pública y hasta las fuerzas de seguridad, ya que aboga que no es necesario el monopolio de la fuerza por parte del estado ( ¿Pre Hobbes?  ¿el Lejano Oeste

Fragmento de Nemesis Inédita 2010

La higuera estaba desde antes. A juzgar por el diámetro de su tronco desde mucho tiempo antes. Quizás desde un tiempo anterior a la casa misma. Probablemente formó parte de alguna vieja quinta de principios de siglo o quizás de fines del siglo diecinueve. Su tronco nudoso   se abría en varias   ramas gruesas, que sostenían su enorme copa. No es frecuente encontrar ejemplares tan añosos. Era de higos negros. Brevera, lo que la hacía más apreciada en los tiempos de su siembra. Es que las brevas, que maduran en primavera son los primeros frutos en época en que no hay higos. Apoyada contra el muro, que cerca el patio por detrás,   resulta como un hito de ese confín. Gastón quedó enamorado de ella, en cuanto la vio por primera vez, antes de comprar la casa. Muriel, en cambio, había querido cortarla. Odiaba los higos.   Y las hojas de esas plantas le producían   alergia. Ronchones en la piel. En cuanto ella veía una higuera comenzaba a rascarse, a tanto llegaba su rechazo. En su cas

Sobre el Aborto Legal.

El 10 de octubre de 2010 publiqué en mi blog “Intentos Literarios” la siguiente entrada que quiero recordar y ratificar ocho años   después cuando este tema se puso sobre el tapete de una vez por todas.    La titulé : “La   realidad y la moral religiosa ”   para marcar un contraste entre ambas. Partiendo de que todos tenemos derechos a tener nuestras convicciones: religiosas, políticas, filosóficas, artísticas, deportivas, higiénico dietéticas,   elecciones sexuales   o lo que se nos ocurra como   ejemplo.   Pero siempre en el ámbito de lo privado , en el sentido que cualquiera sea la convicción, el gusto, el hábito que yo posea, es mío. O sea es una elección de índole, personal, intima, privada en definitiva.   Por tanto no puede ser extensiva lo a las políticas públicas.   Las políticas públicas exceden el ámbito de lo privado y protegen el bien público. En el caso de la despenalización del aborto, como en del calendario de vacunación, la salud pública. Una virtud de las d