No hay uno sin dos, otro cuento para ustedes
La ofensa Jesús María Arana, si así se llama, no se bien a que se debe, si es porque el padre es muy creyente o porque la madre es una yegua redomona. Ese es su nombre, la verdad, un nombre de mierda. Porque un tipo puede ser, como este, una porquería pero al menos tener un nombre respetable. ¡Que se yo! Carlos María de Alvear, por ejemplo, un gran nombre. ¡Cómo no le van a poner ese nombre a las avenidas, a las escuelas o las plazas! No, en serio, ese es un nombre de la puta madre, más allá de si el tipo es bueno o malo. ¡Y claro! No es lo mismo llamarse Juan Gonzalez, que Carlos María de Alvear ¡No nada que ver! En fin, este Jesús… pero mirá que tenés que ser para ponerle Jesús a tu hijo, habiendo tantos nombres, elegir ese, Jesús. Ni que pensaras que tu hijo será un santito toda la vida ¡una especie de monjita! Jesús, no se a quien se le ocurre ponerle ese nombre a un hijo. Como dije habrá sido, capaz no se, que el tipo ...