El mandatario argentino, es un cabal exponente de los populismos de ultraderecha que están en ascenso en el mundo actualmente. Nada tiene que envidiarle en el ejercicio autoritario del poder, a Orban, Bukele, Putin o al propio Trump y algún otro de los múltiples personalismos contemporáneos. Aupado en sus modestos éxitos macroeconómicos, cuya sustentabilidad permanece en la incertidumbre, a exacerbado el uso de la violencia política y su deliberado ejercicio del odio como elemento de división de la sociedad argentina. Nótese que hablo de violencia y no de agresividad (que sería innato) porque se trata de un proceso socio cultural, siendo su ejercicio deliberado y en la búsqueda de un fin. En este caso la supresión simbólica o efectiva de todos aquellos que no obedezcan acríticamente, los designios del poder. Tal como ocurrió en la década del noventa y durante todo el kirchnerismo, la opinión pública argentina, prioriza las reales o ficticias bonanzas ...
Felicidades Gustavo....sabes que siempre te leo detrás de bambalinas...y aunque no comente, devoro cada una de tus historias....brindemos por muchos más...besoooss
ResponderEliminarfelicidades Gustavo. siempre te leo aunque sean cuentos que ya lei, por que he sido comprador compulsivo de tus libros. Me gusta en general tus historias y siempre pienso y leo en base a una frase de Leda Valladares "lo que llevo escrito esta vivido" . Y por favor no dejes de escribir. Aqui seguimos estando.
ResponderEliminarFeliz aniversario, Gustavo. Leí tu comentario en mi blog y agradezco tus elogios. Veo que es muy prolífica tu producción literaria, es más que un intento. Con mucho gusto, voy a leer tus obras, a la vez que te ofrezco las mías.
ResponderEliminarUn abrazo