Desastre Natural

Estuve diez días encerrado en el depósito. Era imposible salir por los hambrientos que ahora merodean a toda hora en grupos cada vez mayores. Las patrullas armadas de policías y municipales ya no los pueden controlar y se acuartelaron en un  distrito pequeño alrededor de la plaza y los edificios públicos. Mi casa fue saqueada, pero como no tengo alimentos ahí, no interesó demasiado. Castaño y sus acompañantes al parecer se ahogaron, encontraron sus cuerpos en las últimas tierras secas al sur del cementerio.

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