Un cuento para ustedes. El viento.
El viento. El viento norte me revienta la cabeza. El viento en general, pero el viento norte especialmente . Sentado acá en este banco de cemento, percibo como el viento penetra por mi piel, por mis poros, se arremolina en mis oídos y da vueltas en mi cabeza. La sangre empieza a hervir, a quemarme por dentro. Como una avispa dentro del cráneo. Despertando una furia irracional. Soy un ser permeable, insuflado por el aliento del diablo. Esto no siempre ocurrió. Antes…que difícil es recordar el antes. Antes yo remontaba cometas con mis hijos, gozaba de bicicletear mientras la brisa me golpeaba el rostro, sonreía a mis semejantes. Pero eso quedó atrapado en un ayer difuso, que yo llamo: Antes… Antes terminó una noche, como cualquier noche. Sin preámbulos o premoniciones. Ni pitonisas, oráculos ni profecías. Simplemente ocurrió. El tiempo se partió en dos y el “Antes” comenzó a alejarse como un témpano desprendido del glaciar, hacia un océano embravecido. A la ...